utiliza por lo menos siete dispositivos para trabajar y de acceso personal
y nueve aplicaciones, como mensajería instantánea, mensajes de texto, redes sociales o conferencias web.
Trabajan mucho más allá de su horario tradicional; en el país ya hay 1,3 millones de hogares con "oficinas virtuales".
Miguel Erquicia, un Lic. en administración de empresas de 28 años, se levanta y prende la computadora para ver las noticias y su mail personal. Después de desayunar, inicia el viaje a la oficina desde la que vende computadoras, pero no viaja solo: lo acompañan su celular, la agenda PDA y el iPod. En su escritorio, lee nuevamente los mails e ingresa en la red Linkedin de contactos laborales para salir luego, con su notebook bajo el brazo, a visitar clientes.
Martín y María Bernasconi, de 42 y 41 años, desayunan todas las mañanas con sus hijos y salen a trabajar con sus celulares encendidos. Ella va a un laboratorio de análisis clínicos, y él, a un estudio de arquitectura. No conciben la vida sin el teléfono móvil e Internet. "Yo hablo con proveedores y clientes por mensaje de texto, mail o Messenger. No apago nunca el celular, y menos ahora que hasta la empresa de alarmas me envía un mensaje si detecta algo".
Los casos de Erquicia y el matrimonio Bernasconi son un claro ejemplo de un fenómeno que crece a pasos agigantados: el de los trabajadores "hiperconectados".
En 5 años, los hiperconectados representarán el 40% de la fuerza laboral y serán un desafío para las empresas, que deberán contar con la infraestructura necesaria para soportar la avalancha de soluciones y equipos.
Hoy, en la región, los hiperconectados son el 12% de la población en actividad, mientras que el 52% está "crecientemente conectado" (cuatro dispositivos y seis o más aplicaciones).
"Es un fenómeno mundial. Casi el 20% de la gente ya está dispuesta a comunicarse con el trabajo en vacaciones, en restaurantes, desde la cama y hasta en sus lugares de culto. La mayoría de estos empleados está en China, pero América latina muestra una de las mayores tasas de crecimiento", explica Alejandro Bourg, director de la Alianza de Comunicaciones Innovadoras entre Nortel y Microsoft en América latina y el Caribe.
Para los que están inmersos en cultura de la conectividad, olvidarse el celular es mucho peor que dejar atrás la billetera o las llaves: el 38% de los encuestados eligió su teléfono móvil por encima de los otros objetos.
En la Argentina, ya hay 1,3 millones de hogares con "oficinas virtuales", de acuerdo con un reciente informe de la consultora Carrier & Asociados. En esas casas, el 45% de las personas realiza su actividad laboral principal, y el 29% realiza una actividad secundaria.
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