11 julio 2008

MANAGER EXTERNO PARA LOS NEGOCIOS FAMILIARES


El Padrino se habría muerto de un disgusto si sus hijos le hubieran llevado un manager externo para gestionar los negocios de "la Famiglia".

La contratación de directivos no familiares es el dilema que, tarde temprano, debe enfrentar cualquier empresa familiar. A medida que la firma crece, llega un momento en el que no basta con los miembros de la familia para cubrir puestos directivos. Además la especialización requiere la contratación de expertos en áreas determinadas, lo que obliga a contratar capital humano no familiar.

Cuando llega este momento, surgen multitud de interrogantes en la mente del empresario familiar: ¿cómo atraer talento?, ¿se adaptará el directivo a la cultura de la empresa?, ¿confiará la familia en él?, ¿cómo retenerlo?

La decisión de abrir puestos directivos a no familiares es un gran paso, pero no garantizará el futuro de la compañía si no se eligen las personas idóneas para liderar la empresa.

De hecho, no todos los ejecutivos sirven para trabajar en una empresa familiar. Estos líderes "ideales" deben saber mantener un protagonismo discreto, sujeto a la voluntad de la familia dueña de la empresa. Esto implica un estilo de dirección que encaje con la cultura familiar, un compromiso a respetar los valores y la visión de la familia y estar dispuestos a escuchar y trabajar con accionistas que no siempre toman decisiones guiados por criterios de racionalidad económica.

Esto no siempre es fácil y menos aún si el directivo ha desarrollado su carrera profesional en empresas multinacionales. El estilo de gestión de las multinacionales se basa en la recompensa por objetivos y logros, en la movilidad y en la transferencia, la predisposición al cambio, en la lejanía de la toma de decisiones y en la primacía de los valores profesionales y la competitividad. Cuando llega a la empresa familiar, el directivo externo se encuentra con un estilo de gestión basado, en muchos casos en la emoción, que actúa con horizonte temporal a largo plazo y con fuerte aversión al riesgo.

En la empresa familiar priman la estabilidad, la fidelidad y la cercanía entre managers y accionistas. Esto tiene sus ventajas y sus desventajas: lo importante es poner ambas en una balanza antes de aceptar este reto profesional. Por su parte, para atraer y retener talento, la empresa debería, en primer lugar, ofrecer una retribución acorde con el mercado, diseñando esquemas retributivos con un elevado porcentaje de variable en base a la obtención de objetivos claramente definidos y consensuados con la dirección.

El diseño del paquete retributivo también puede contribuir a la retención del directivo no familiar. Ante la tradicional reticencia de los empresarios familiares a otorgar acciones a quienes no compartan sus genes, existen fórmulas alternativas para fidelizar al directivo y alinear sus intereses con los de los propietarios. Por ejemplo, las "acciones fantasma", que dan derecho a percibir ingresos futuros en base a los resultados de la empresa pero no tienen derecho a voto

Sin embargo, la retribución, si bien es un elemento importante a la hora de atraer y retener talento externo, no es por sí sola suficiente. La retención de estos directivos externos pasaría también por la modernización de las estructuras de gestión y de dirección de la empresa familiar, por el aumento de la transparencia y de una adecuada comunicación. Otorgar un voto de confianza al directivo externo es fundamental para que éste pueda desempeñar con éxito su labor.

De nada sirve contratar grandes profesionales si luego no se les otorga la libertad para llevar a cabo las tareas encomendadas.

Además, los accionistas familiares deben ofrecer al directivo externo unas perspectivas de desarrollo profesional claras construidas sobre la base de un proyecto empresarial sólido. En definitiva, potenciar el talento en una empresa familiar es un proceso complejo que no se resuelve con la incorporación de ejecutivos de primer nivel sino que va mucho más allá pues implica un cambio en la cultura de la empresa hacia una dirección más profesional.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, ¿leí mal o comparaste una empresa con una "familia" de la mafia??
Bueno, pensándolo dos veces, no está tan lejos una de la otra...ambas sirven para que un jefe gane muchísimo dinero (que no le va a servir para nada el día que se muera) a costa de miles de personas que lo pagan con su bolsillo y hasta con su vida..
Muy buena comparación...felicitaciones...

Fernando Monjo dijo...

MAR: la comparación es por nombrar una familia que todos conozcan, no pretendí hacer un juicio de valor. Además las empresas no son ni buenas ni malas, eso depende de las personas que las dirigen.
Saludos MAR

R.S dijo...

"personas idóneas para liderar la empresa" ...sí, esa es la base...!

Saludos,


Eduardo.

Fernando Monjo dijo...

Gracias Eduardo por reforzar la idea.
Saludos

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